26 de mayo de 2009

Honestidad (Antonio Vega)

De Antonio Vega aprendí que ser honrado no viene a ser igual que honesto.

Quien se preocupa por ser honrado siempre está fijando su propia forma de ser en base al comportamiento de los demás, ajustándose a lo que consideramos bueno.
Que no está mal, claro. Pero siempre me ha parecido como un intento de ser bueno hacia fuera, que los demás te consideren honrado no es tanto ser bueno como parecerlo.

Ser honesto en cambio es algo más íntimo, es ajustar tu conducta a tus propios principios, es ser bueno hacia dentro. Actuar sin pensar en qué sería lo correcto según la moral, sino simplemente ser coherente contigo mismo, y hacer lo que cada cual considere bueno.

Si todos fuéramos honestos habría muy pocos problemas, sin embargo al parecer todos somos honrados, y el mundo va cada vez peor...

En fin...la entrada era sólo por dejar constancia de una de las cosas de las que aprendí de Antonio Vega. La parte social de mi personalidad, esa que se hace conscientemente en las relaciones con los demás, está hecha con un millón de retazos de Mario Benedetti y Antonio Vega. Perdí la cuenta de las expresiones que he hecho propias a partir de sus canciones.

"Soy de donde piso", "para el tiempo hay más medidas", "una misma ola rompe en dos orillas"... y podría ir retrocediendo años y años hasta los tiempos del instituto, recreando mi biografía según sacaba sus discos...

Supongo que si lo que hace una persona pasa a formar parte de tí mismo, tú mismo te has convertido en parte de esa persona. Lo bueno de los tipos tan honestos como Antonio Vega es que ahora seguirá habiendo un poquito de él en un buen montón de personas...y estará al mismo tiempo en paz para siempre y vivo.

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