21 de noviembre de 2009

Yagudin

Yagudin, o la increíble historia del hombre de las manos agujereadas, de Philippe Ségur, es otra de mis lecturas opiáceas que he vuelto a releer este fin de semana en la playa. Seguramente no destaca por su gran calidad en la primera lectura, pero para mí es original, me gusta porque tiene un estilo propio, aun mezclando varios estilos ajenos..., a ratos es muy divertida y arriesgada (ojo, a ratos), su lectura es ágil y entretenida, te cuela la historia casi sin darte cuenta, aunque a veces se le van de la mano algunas disgresiones, sobre todo cuando narra las aventuras de Yagudin, supongo que por alargar una narración que se queda algo breve.

En líneas generales va sobre un tipo que cada noche cuenta a sus hijas historias de un personaje inventado, Yagudin, pero cada vez se va haciendo más real y termina por tomar el control de su propia vida. La imaginación toma las riendas de la realidad (normal q sea opiáceo, claro). Defrauda un pelín que al final la triste realidad sea tan triste y tan real, algo cortante, una gran historia habría merecido un final más brillante, para dejar mejor recuerdo.

Recomendable para días de luz.

11 de noviembre de 2009

El crisol



La adaptación al cine de Las brujas de Salem, de Arthur Miller, con guión escrito por el propio autor, es otra de las pelis que me impactaron. Aunque tal vez no tenga mucho mérito porque desde el principio se busca un gran impacto emocional. Es sencillamente sobrecogedora, siempre que te impliques un poco con los personajes, algo fácil teniendo en cuenta las interpretaciones brutales de Daniel Day-Lewis y Joan Allen.

Obra y peli adaptan un hecho real: "En 1692 tuvo lugar en la ciudad de Salem, Massachusetts, un importante proceso por brujería, el único llevado a cabo en Estados Unidos. Se produjo una ola de histeria colectiva. El miedo y la superstición provocaron que se delataran unos a otros. Se desató entonces una cruel caza de brujas a consecuencia de la cual cincuenta y cinco personas fueron torturadas y veinte de ellas, la mayoría mujeres jóvenes o adolescentes, murieron."

Todo ello iniciado por la venganza de una Winona Ryder despechada (su personaje, Abigail), dispuesta a todo por conseguir estar junto a John Proctor. Pasión, fanatismo, justicia... la película es una mezcla de los excesos de esos valores.

Lo que más me gusta es que todo en la película tiene su propio lenguaje, como una gran obra de teatro donde se escucha más de lo que se oye, con un gran simbolismo desde el comienzo, cada escena habla, todo tiene un sentido, todos gritan y se mueven y las escenas donde aparecen relajados es con toda la intención del director.

Arthur Miller dijo que "la idea del director era la de un huracán arrasando la pequeña ciudad, un huracán formado por hombres, construido sobre el misticismo y en completo desacuerdo con la naturaleza. E hizo que funcionara."