10 de marzo de 2009

Un solo corazón






Cuentan que Dante se enamoró de Beatriz siendo niño, y desde siempre la amó sin haber llegado a estar nunca con ella. Un amor platónico, seguramente, porque lo cierto es que sí que estuvo con otras mujeres y tuvo varios hijos...
Sin embargo, no sintió por nadie lo que sentía por ella, y se convirtió en su musa y en su inspiración. Podía estar con otras personas, pero su corazón ya no le pertenecía. Ella era la dueña de su corazón. Ésa es la idea en la que se basa la canción que he puesto antes, Vide cor meum, de la película Hannibal.
¿Una canción tan pasional para una película de miedo o suspense? No tiene mucho que ver... aunque ya sabemos que las apariencias engañan. Toda la belleza del mundo está conectada entre sí a través de nuestras emociones.
Amar a alguien de verdad, saber que eres el dueño del corazón de otra persona, que alguien te quiera hasta el punto de colocar su corazón en tus manos y ofrecértelo, que tu propio corazón deje de pertenecerte, y que no te importe que se lo pueda comer la persona amada...

Ya sé que puede parecer espeluznante porque al Hannibal de la película le gustaría comerse "de verdad" ese corazón, saborearlo, masticarlo, digerirlo... pero la idea en sí misma a mí me parece una cima del romanticismo. Qué le voy a hacer, a mí estas cosas me pierden....

Como la naturaleza es sabia, todos tenemos un solo corazón. Y eso debe significar que sólo podemos tener un gran amor. Una vez que alguien se ha comido tu corazón, ya no puedes salvarte. El motor de tu vida, tu corazón, pasa a ser de la persona que amas.
Un aspecto positivo de esta idea es que sirve de bálsamo para las rupturas. Cuando la relación termina, por mucho que hayas querido a alguien, tú sigues vivo, sigues respirando, y tu corazón sigue latiendo, señal inequívoca de que, en el fondo (nunca mejor dicho), nadie se lo había comido. Resumiendo, si tu corazón sigue latiendo, sigues siendo dueño de tu corazón. Claro que es un vano consuelo porque en realidad ya nadie muere de amor...


¿Puede volver a crecer un corazón?

La verdad es que nunca he pensado en ello, si después de arrancar tu corazón para ofrecérselo a alguien, éste puede volver a crecer. Yo creo que sí.
Siempre que tenga una buena tierra donde echar raíces sanas (donde digo buena tierra leáse buenos sentimientos), es posible que vuelva a crecer, y sin duda crecerá más fuerte, con la certeza de que no puedes permitir que se lo coma cualquiera, sólo una persona muy especial podrá volver a hacerlo.

Seguro que así se aprende a tener más cuidado de tu propio corazón, siendo consciente de que en todo el mundo, de entre toda la humanidad, una única persona se lo podrá comer, puesto que tenemos un solo corazón.

Pero bueno, yo por si acaso no me fío... Aunque pueda volver a crecer, tampoco es un plan atractivo pasarse la vida cultivando un corazón tras otro. Sólo alguien muy egocéntrico podría estar todo el tiempo pendiente de su propio corazón, y al final corres el riesgo de quedarte sin sentimientos de los que se pueda alimentar, y sin lágrimas que lo puedan regar, y sin emociones que puedan darle luz...

En fin, tampoco sé muy bien lo que digo, sigo latiendo, nadie se ha comido mi corazón, así que es posible que esté hablando por hablar..., lo único que yo quería decir es que me encanta esa canción. :-)




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