Las apariencias engañan, a veces puedes hacer algo que no consideres normal y entonces el paisaje cotidiano parece un poco diferente al de siempre, pero no te dejes engañar por las apariencias, realidad no hay más que una.
Esto es lo que le dice un taxista a Aomame al principio de 1Q84 de Murakami. Y mientras lo estaba leyendo ha venido a mi mente aquella escena de El club de los poetas muertos, cuando el profe les pedía a los alumnos que caminaran a su aire. No tiene mucha relación una cosa y otra, pero las apariencias engañan.
Nuestros pasos pueden ser más grandes o pequeños, más rápidos o lentos, en una u otra dirección..., cada paso será único y todos serán similares. No es sólo conformidad, aunque camines a tu aire ese aire es el mismo para todos.
Puedes bajar de un taxi y andar entre el tráfico por la autovía hasta bajar por las escaleras de emergencia, o puedes no andar y quedarte sentado al borde del camino. Tomar una decisión o no tomarla, dar un paso o no darlo, cada cual puede andar por su vida como mejor se sienta. Son muchas las formas de vivir pero realidad no hay más que una...
No hay comentarios:
Publicar un comentario